Las clases de Predanza I están estructuradas para alumnado de 3 a 5 años. Fundamentalmente basadas en psicomotricidad aplicada a la danza y siempre desde un punto de vista lúdico, no busca formar bailarinas/es precoces.
No se trata de lo que queramos que hagan, ni de lo que quieran hacer peques con tres, cuatro, o cinco años, sino de lo que está recomendado para su edad. Factor que se ha de tener muy en cuenta, pues podría alterar la constitución ósea de unos cuerpos que se encuentran en pleno desarrollo.
Qué tipo de ejercicio se debe hacer a esta edad
A estas edades no es indicado el ejercicio brusco, el empleo de mucha fuerza o resistencia, ni una prolongada concentración mental, de ahí que la duración de estas clases sea de 45 minutos.
Su poder de concentración es breve, pero son como esponjas y absorben rápido. Motivo por el cual es conveniente explicar las normas de comportamiento que requiere en una clase de danza, así como definir la relación profesor-alumnado cuanto antes.
No permitas que «juegue» a bailar en zapatillas de puntas, ¡se está haciendo daño!
Metodología Propia de 3 a 5 años
Sandra Santa Cruz ha creado para su Centro varios tipos de juegos pedagógicos para este nivel. «Sin darse cuenta» y divirtiéndose, aprenden a diferenciar ritmos musicales y a controlar zonas concretas del cuerpo. Un ejemplo es el juego de «La canasta», que enseña la 1ª posición de brazos de manera entretenida y diferente. Encontrarán más información en Predanza.
Cada juego tiene una finalidad específica y adecuada a la edad de 3 a 5 años. Unos trabajan temas de danza específicamente, otros, por el contrario, buscan su autonomía, el desarrollo personal y aumentar la autoestima del alumnado.
Destacamos, que parte del trabajo elaborado con los juegos es muy beneficioso para mejorar, e incluso, en algunos casos, corregir problemas de pies planos y valgos. Como por ejemplo, en «el lanzamiento de zapatillas» que ayuda a la flexibilidad de la fascia plantar en el proceso del juego.
Danza jugando de 3 a 5 años
Evidentemente, cada juego tiene una dificultad determinada y persigue diferentes objetivos. Algunos incluso, aumentan de dificultad a lo largo del curso. Se empieza con los más sencillos, donde solo se trabaja una zona corporal. Progresivamente, se amplia con juegos más complejos que requieren de un mayor control corporal. A medida que avanza el curso van siendo capaces de combinar simultáneamente varias cosas.
En la siguiente fotografía pueden apreciar como a través de nuestros juegos se adquiere una buena técnica. A final del curso pueden controlar simultáneamente la espalda, el abdomen, el cuello y los brazos.
Estas clases se desarrollan fundamentalmente en el suelo, y, por higiene, está terminantemente prohibido pisar la sala con los zapatos de la calle.
Pipí como bailarines
Optimizar la clase evitando pérdidas de tiempo innecesarias es un objetivo de este nivel aunque sean clases de 3 a 5 años. De ahí que, para aprovechar realmente las clases, hagamos «pipí como bailarines…»
Otro de nuestros objetivos es explicar lo que supone estar sobre un escenario, lo cual ayuda al alumnado a madurar. Por ello, nos involucramos en enseñarles a ser sinceros, y los hacemos conscientes de que han de tomar «sus propias decisiones». Esto implica que, nuestro alumnado de Predanza, sea quien decida ¡cuándo van al baño!
Muchomasquedanza
A través de nuestra filosofía verás porqué somos Muchomasquedanza. Te recomendamos que no te pierdas:
- Sentarse en W
- La importancia del piso de danza
El paso siguiente a este nivel se hará al pasar a Predanza II.
Conoce otras Disciplinas.
Aún no he pisado la escuela, no te he visto la cara ni mucho menos he visto una clase, pero por tu forma de expresarte sé que mi hija te va a adorar, y por la forma de expresarse del resto de madres, sé que yo también. No hay nada más gratificante que ver a un niño usar en su propio beneficio las herramientas que le has dado. y creo que tú tienes una caja llena 😉
¡Muchísimas gracias por tus palabras Alicia!. Siempre es gratificante que valoren tu trabajo, pero que sea visto desde afuera, ¡aún más!.
Mi modelo de danza es la que proporciona el desarrollo personal de los alumnos. Realmente mi trabajo ¡¡es mi pasión y me encantan los niños!! y creo que eso al final… se transmite.
¡Seguro que a mí también me encantará conocerlas!.
Este es el cuarto año que Paula asiste a clases de danza, y diciendo esto parece que sea una niña grande, pero solo acaba de cumplir 6. Aún me acuerdo cuando empezó, era la mas pequeñita de la clase, tenía 2 añitos y medio, pero en clase atendía como la que más a pesar de su corta edad. Y es que Sandra tiene una magia que envuelve a las niñas. En 4 años nunca he oido de la boca de mi hija la frase «hoy no quiero ir a baile», y eso para mi lo dice todo. Muchas gracias Sandra por hacerlas sentir mayores e importantes, la palabra «chicas» la aprendió de ti, jaja, y ahora para ella sus amigas son «las chicas», me hace mucha gracia, has influido en ella muchisimo positivamente y eso es lo que necesitan los niños hoy en día, rodearse de personas que las hagan ser mejores. Seguro que seguiremos viendonos muchos años mas.
Las excepciones, a veces, son decisiones más que acertadas como en el caso de Paula. Su concentración e interés han marcado su pauta de trabajo desde el principio. Hay niñas que con 4 años no las he matriculado y he recomendado a sus padres esperar un año más…
Comportarse como “bailarinas y no como niñas pequeñas” es un factor que trabajamos durante todo el curso. Enseñarlas a ser independientes, potenciarles su autoestima y transmitirles que cada una de ellas es especial, son valores que considero, las ayudarán positivamente a madurar.
Desde luego que me encantaría tenerla como alumna durante muchos años!
Lydia, mamá de Claudia
Se les vé muy felices en las fotos, Sandra, y ello es muy buena prueba de que eres una profesora que SABE lo que hace y no hace lo que no sabe.
Enhorabuena por llegar a mi hija como lo has hecho, sin duda, fundamental para su formación.
Gracias y adelante con las niñas!!
Ese es mi objetivo Lidia «que aprendan divirtiendose», en mi experiencia se obtiene mayor resultado. No obstante, considero que a esa edad lo fundamental es transmitirles cariño y seguridad.
En la 1ª foto del post de PREDANZA es donde realmente se les ve la cara de felicidad, me encanta compartir con ellas esas vivencias. Sin lugar a dudas, en las clases hay momentos muy mágicos…
Cuando Adriana comenzó las clases de danza fue por motivos puramente médicos. La niña tenía los pies planos y valgos, y me recomendaron buscarle una actividad en la que se le ejercitaran. Nunca pensé lo importante que sería para nuestras vidas esta decisión. A día de hoy, Adriana se desvive por sus clases de danza y no sólo se le ha corregido enormemente sus problemas con los pies (más incluso que con las cazoletas) sino que es una niña feliz a la que las diosa fortuna le ha regalado una profesora como Sandra.
La afortunada soy yo Esther, me apasiona mi trabajo y además sé que con él contribuyo no sólo a la enseñanza de la danza, sino que gracias a mi formación en anatomía, me permite ayudar a que alumnos con problemas tengan mejor calidad de vida, lo cual para mí, es más que gratificante.
El trabajo que realiza Sandra con las niñas es genial, se lo pasan estupendamente y, además, están aprendiendo aspectos básicos para su desarrollo. Yo, personalmente, le estoy muy agradecida por lo bien que sabe llevar a las pequeñas y el avance que veo en mi hija día a día. Gracias, Sandra.
Muchas gracias Minerva, tanto por tus palabras como por dejarme participar en la formación de Leyre. Es todo un placer porque le apasiona bailar.