Si te preguntas porqué este nombre, por darle un toque más íntimo y porque mis zapatillas guardan una historia que hoy te revelaré. Y pensando qué imagen expresaría lo que queremos hablarles encontré ésta en la fachada del Centro con sus puntas al hombro y pensé, ¡vualá! La sonrisa y las vivencias de nuestra alumna Miriam Betancor podría sugerirles:

«Desde las zapatillas de Sandra»

Foto de una bailarina del Centro de Danza Sandra Santa Cruz posando con una zapatillas de puntas en el hombro, en la fachada de la escuela
Disfrutarás plenamente del baile al compartir tu pasión con tus compañeros.

Confieso que esta categoría surge a raíz de la inquietud de mi alumnado por descubrir los porqués del mundo de la danza y también, por conocer vivencias y anécdotas del Centro. Es una idea que llevo gestando bastante tiempo, pero no encontraba tiempo para desarrollarla. Espero que la acojan con cariño y tener el tiempo suficiente para poder mostrar todo lo que tengo en mente.

Compartir es parte del Centro

Aunque se habla mucho de baile se desconocen demasiadas cosas de esta disciplina y sobre sus necesidades. Aprovechando mi faceta de pedagoga, explicaré y compartiré mis conocimientos. Desvelaré también alguno de los porqués de nuestra normativa y de mis experiencias con el alumnado del Centro.

Una de las máximas del Centro es compartir y la primera en ponerla en práctica, ¡soy yo! He prestado desde lo más grande a lo más pequeño. Mi ropa de clase; vestuarios, adornos y complementos de espectáculos; libros y CDs de danza; apuntes de anatomía y vídeos de repertorio de compañías de danza. He compartido coreografías que he creado para mi alumnado, música que han compuesto para nuestro Centro, metodología propia y hasta conocimientos de pedagogía y de anatomía. En definitiva, Muchomasquedanza.

Aún más lejos 

Incluso he llegado hasta valorar patologías de alumnado de otros compañeros, para orientar a sus profesores cómo debían trabajar con esos bailarines para ayudarles a bailar. 

Y reconozco, que, aunque no sea aconsejable, he llegado a prestar incluso, mis zapatillas a alumnas y a compañeras que lo han necesitado. Dicho esto, todos sabemos que los zapatos son tan íntimos como la ropa interior. Son un complemento muy personal, por lo que, normalmente, no es algo que se preste.

«Desde las zapatillas de Sandra» será una sección personal que utilizare para compartir vivencias que en casos, como el siguiente… me llegan al alma.

Mis zapatillas

Nunca he escrito sobre lo duro que fue mi final de carrera. Cuando me examine del séptimo grado de ballet me faltaban cuatro uñas, las de los dedos gordos y las de los dedos gordos chicos. Si ya bailar en puntas es doloroso, ¡no se imaginan lo que supone hacerlo con los dedos en carne viva! El dolor era tan insoportable que no fui capaz de ponerme unas zapatillas de puntas nuevas para mi examen. Así que bailé guapísima:

  • La diadema de plumas del cisne blanco
  • Un tutú blanco de plato maravilloso, con pedrería cosida a mano
  • Y con las zapatillas «más viejas y deformadas que tenía», pues era preferible sentir el dolor del suelo, que el yeso de las nuevas que se quedaron guardadas en mi bolso.

Para mitigar el dolor llevaba los dedos forrados y las uñas cubiertas con trocitos de carne a modo de tirita. Al acabar el examen dije que iba a tirarlas a la basura y que nunca más me pondría unas puntas, cosa que hice desde que me recuperé. La emoción de ser la primera generación titulada en ballet en Canarias, hizo olvidar todas las vicisitudes.

Nunca nos dijeron cómo se cortaban las uñas para no clavártelas, ni que había que forrarse los dedos para protegerlos. Tampoco fortalecimos la articulación metatarsofalágnica para controlar el apoyo del pie y distribuir el peso del cuerpo. Simplemente, ¡bailábamos! Y alguna, nunca fue mi caso, hasta presumía de «sus heridas de guerra».

Nuestro Logotipo 

Algo que nunca he contado sobre el origen de nuestro logotipo es por qué nuestras puntas no son estilizadas, lo cual suele sorprender. La belleza de las cosas a veces está en el sentido de le damos.

Las zapatillas de nuestro logotipo no son consecuencia de horas de diseño sino de una sesión fotográfica de «ese par de puntas con el que acabé mi carrera de danza». Son tan anchas ¡porque estaban deformadas de tanto uso! Y sí, al final acabaron en la basura, no no sin hacer su última actuación, servirnos de modelo para crear el logotipo del Centro.

Primer logotipo del Centro de Danza Sandra Santa Cruz

Me hacía ilusión renovar el logotipo para el 25 Aniversario del Centro. Pero no contaba con que mi alumnado se había identificado totalmente con mis zapatillas. Motivo por el cual, esta vez sí, basándonos en este diseño se creó el que tenemos actualmente.

Desde las zapatillas de Sandra

Igual que unas zapatillas viejas crearon el logotipo de nuestro Centro, espero que esta categoría nos aporte cosas positivas y llenar «desde las zapatillas de Sandra» de recuerdos imborrables.

Logotipo actual del Centro de Danza Sandra Santa Cruz