Me entristece enormemente que tras 31 años de duro trabajo de la Compañía, el Víctor Ullate Ballet, según palabras del propio Víctor Ullate, diga adios, por «inviabilidad económica del proyecto». Le despedimos en esta gran cabecera con el vuelo de uno de sus grandes alumnos entre muchos otros, Igor Yebra.

Sinceramente, no me cabe en la cabeza que se destinen grandes cantidades de dinero en deportes para que sirvan de entretenimiento a la ciudadanía, y, que España, no invierta de la misma manera en algo tan necesario como es la cultura… ¡es un verdadero despropósito!

Se me parte el alma cuando nuestros bailarines tienen que emigrar, como en tantas otras profesiones, porque no tienen trabajo en nuestro país, un país, ¡que está lleno de amantes del baile! Sin duda, cualquier profesional que deja España para irse a trabajar fuera es una gran pérdida para todos, pero a diferencia con otros sectores, en este caso hablamos de artistas… y el arte, es un bien preciado que deberíamos proteger.

El Víctor Ullate Ballet ha dejado en alto el arte de España durante todos estos años. ¡Lastima, que ahora vivamos de su recuerdo! Ya en 2017 se denunciaba que el panorama de las compañías en España era insostenible, lo que no se auguraba era este fatal desenlace.

Y aprovecho para contestar a muchos de los que me preguntan que cúando volveremos a ver a la Compañía de Danza Sandra Santa Cruz en escena. Una cosa es el amor que sentimos por esta maravillosa profesión y nuestro sacrificio personal por aportar a través de la danza, y otra, es cuando quieres emprender proyectos de embergadura, los cuales necesitan de un elevado coste económico para poder realizarlos a nivel profesional…