Ayer por fin, abandonamos el hospital y ¡¡mi padre está nuevamente en casa!! Ahora toca cicatrizar las heridas, recuperar energía y por supuesto, ¡¡celebrarlo pasando página!!

Han sido muchísimas las personas que se han interesado por su salud, por ello quiero agradecer públicamente a todos los que habéis estado ahí compartiendo con nosotros estos momentos tan difíciles. Realmente me siento privilegiada no sólo por mis familiares y amigos, que sé que están siempre ahí, sino también por mis alumnos, sus padres, antiguos alumnos e incluso…  simplemente conocidos.

Por mi profesión, tengo muchos contactos que quizás otras personas carezcan, lo que no implica que cuando los necesites puedas contar con ellos… en mi caso no quiero dar nombres porque no me gustaría ser ingrata y olvidarme de alguno, pero les aseguro que tanto médicos, enfermeras, ATS, como personal sanitario se han volcado y nos han estado apoyando en todo momento.

Aprovecho como no, para felicitar al equipo de Urología del Hospital Negrín por el buen trabajo que han realizado y devolvernos la alegría. Al Dr. Héctor Ajubita, su cirujano, por su profesionalidad y al Dr. Matías Gómez, miembro de ese maravilloso equipo y padre de antigua alumna, que en unos momentos de total oscuridad, puso a mi disposición sus conocimientos, enseñándome el final del túnel… a ambos, gracias por el apoyo. Así como al personal del hospital, algunas han sido encantadoras con mi padre.

¡Qué distintas se ven las cosas cuando sabes que el resultado también puede ser positivo! Desconocíamos totalmente a lo que nos enfrentábamos y realmente el proceso nos parecía increíble, pero la medicina ha avanzado a pasos agigantados y en nuestro caso se ha producido el milagro…

Por fin, atrás se ha quedado la peor pesadilla que ha vivido mi familia y aunque han llegado con retraso… éste ha sido sin dudas, ¡¡nuestro mejor regalo de reyes!!

Desde aquí, quiero transmitir una luz de esperanza a todos aquellos, enfermos y familiares, que están al día de hoy luchando con esa terrible enfermedad del cáncer que no sólo atrapa a los que la padecen, sino que además corroe a sus seres queridos. Un abrazo enorme y mis mejores deseos para todos, que no flaqueen, pues lo que no puede faltar es muchísima ¡¡energía positiva!!

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